La cola para pillar los mejillones y las frites nos causa espasmos, así que, tras botella de sidra en el maleconcito nos apretamos unas Grimbergen interruptus.
P. descubre que ha perdido su arándano móvil y vuelve a buscarlo.
Sin éxito.
En éstas, los acontecimientos empiezan a precipitarse:
1.- Pido 4 latas de birra para llevar
2.- Nos levantamos y caminamos adonde los bretones bailan cogidos de los meñiques y haciendo así con las manitas
3.- A punto de preguntar al de los tickets en la verbena por el móvil, la música se interrumpe
4.- El locutor anuncia la sorpresiva aparición de una blackberry. Que si hay algún español en la plaza con pinta de haber perdido el móvil.
5.- P. se lanza poseído gritando "semuá, semuá" y un bretón, tras comprobar su identidad y reírse no poco, se la entrega.
6.- Cogemos el coche
7.- A la altura del Super U que cerraba a las 8, P. recuerda que una postal que había donde las Grimerbgen le hizo recordar que el Cabo de Erquy era el que insipiró a Uderzo y Gosciny la aldea gala de Astérix (y Obélix).
8.- Pili-pili [es nuestro gepeese, que le tenemos mucha confianza] nos guía hasta el Cabo. El sol empieza a ocultarse.
9.- El sol sigue bajando y la carretera, estrechándose
10.- Acelero
11.- Freno bruscamente. Busco la cámara. Se me cae el dinero, el teléfono, se me engancha la correa...
12.- El sol, que dice que se va. Enciendo por fin la cámara. La apoyo sobre el retrovisor. Quito la tapa...
13.- ... y ¡¡¡sí!!! conseguimos ver y captar la puesta de sol en la aldea gala, con el único temor (ahora ya entendíamos por qué) de que el cielo cayera sobre nuestras cabezas.
¡¡SÍ!!
Y por aquí estaría la aldea gala.
Y al ladito, el Cap d'Erquy, que es bien bonito.
No hay comentarios:
Publicar un comentario